Mucho antes del proyecto del Tren Maya, Fundación W.K. Kellogg ha estado apoyando a organizaciones del sur de México que se esfuerzan por hacer de las comunidades en las que trabajan unas en las que todos niños y niñas puedan prosperar. Las subvenciones que concede la fundación apoyo áreas como la salud, la educación, la producción de alimentos y la interpretación de idiomas para el acceso a la justicia. También apoyo trabajan en la defensa de los derechos humanos, los derechos indígena y la protección del medio ambiente. La Fundación W.K. Kellogg respeta que sus subvencionados se dediquen activamente a estas cuestiones, tal y como ellos determinen; pero la fundación no dirige el uso de los fondos.
Fundación W.K. Kellogg lleva trabajando en México desde 1944, y en la actualidad apoya a más de 100 organizaciones del país, desde entidades de base hasta otras más amplias, así como a universidades públicas y centros de investigación. El enfoque de la fundación en la Península de Yucatán comenzó en 2010, ocho años antes de que se iniciaran las conversaciones públicas sobre el proyecto del Tren Maya.
Todo el trabajo de la Fundación W.K. Kellogg en México cumple con todos los requisitos de transparencia y Otro de los gobiernos tanto de Estados Unidos como de México. La fundación verifica que todos sus beneficiarios también lo hagan.
Fundación W.K. Kellogg y la empresa Kellogg son entidades jurídicamente independientes. Como tal, la empresa Kellogg no influye en los programas o iniciativas de la fundación actividades.
