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Truth, Racial Healing & Transformation empresa crítica respuesta para tender puentes entre las comunidades, la nación

Este último mes ha sido un tiempo de profunda reflexión. Como alguien que ha vivido su vida como un agente de cambio -sabiendo y aceptando que el cambio es constante- necesitaba un momento para ordenar mis pensamientos sobre el futuro de nuestra nación. Las elecciones presidenciales de este año han traído el cambio con la fuerza de una manguera. Nadie sabe lo que nos deparará el futuro y muchos se preocupan por lo que significará para nuestra niños y niñas y su bienestar. Pero lo que me tiene rota, lo que me atormenta el corazón, son las historias de niños y niñas en todo nuestro país llorando de miedo y ansiedad. 

presidente y director(a) generalEn 1930, Fundación W.K. Kellogg se fundó gracias a la creencia de un hombre en las personas. Una creencia tan formidable que donó las ganancias de su vida basándose en su creencia en su capacidad inherente "para ayudar a niños y niñas en todas partes a afrontar el futuro con confianza, con salud y con una seguridad firmemente arraigada en su confianza en este país y sus instituciones."

Pero hoy me pregunto -y me preocupa- si niños y niñas está perdiendo la confianza en nosotros.

Para responder con sinceridad a esta pregunta, debemos aceptar las profundas divisiones que existen en nuestro país, quizá desenterradas por la retórica poco convencional de nuestros líderes. Normalmente, unas elecciones generales fomentan la unidad y la esperanza. Pero este año, muchas niños y niñas y familias están desesperadas. Necesitan sanar.

Mientras pensamos en el trabajo que tenemos por delante, recordemos que no somos una nación de obreros de la demolición que intentan destruir instituciones, sino más bien una comunidad de obreros creativos de la construcción que intentan construir puentes y puntos en común que garanticen una unión y una unidad más perfectas dentro de nuestro país.

A principios de este año, anunciamos nuestra iniciativa Verdad, Sanación Racial y Transformación (TRHT), basada en décadas de trabajo en la fundación para promover equidad racial de modo que todos los niños y niñas puedan prosperar.

Hoy, pocos días antes de nuestra primera TRHT cumbre en Carlsbad, California, no podía imaginar lo importante que sería esta reunión para nuestro país y nuestro destino colectivo. TRHT será el respuesta crítico que durante décadas muchos en la sociedad han estado pidiendo, y esa llamada ha alcanzado un crescendo que todos hemos oído claramente: el país debe sanar.

Responder a esta llamada no es nuevo para nosotros. En 2010, la Fundación Kellogg puso en marcha America Healing, un esfuerzo por sacar a la luz las desigualdades estructurales en las comunidades, corregirlas y ayudar a curar las heridas raciales. A través de esta iniciativa, hemos apoyado los esfuerzos de curación basados en comunidad y la investigación pionera sobre los efectos de los prejuicios inconscientes en las personas de color y hemos trabajado con el Departamento de Educación y Justicia de EE.UU. para dar forma a nuevas directrices sobre disciplina escolar. 

Todo este trabajo nos ha preparado para dar con confianza los siguientes pasos en asociación con comunidades de todo el país. Y ese próximo paso es TRHT.

TRHT será una herramienta fundamental para fomentar conversaciones genuinas sobre la raza, el racismo, la etnia y la xenofobia en sus comunidades para que puedan empezar a sanar. Sólo cuando tengamos una comprensión compartido de nuestro pasado colectivo podremos empezar a desmantelar las estructuras, políticas y sistemas que nos dividen. Y sólo entonces veremos un cambio transformador.

Así pues, hago un llamamiento a las organizaciones de todo el país -de todos los sectores, incluidos el empresarial, el gubernamental, el filantrópico y el de los medios de comunicación- para que canalicen su preocupación y su dolor hacia la construcción de una sociedad equitativa y justa para el futuro de todos nosotros niños y niñas.

Sabemos que el trabajo que tenemos por delante no será fácil, como nos recuerda el Dr. King. Se necesita coraje, disciplina y la voz de todos nuestros líderes -desde los más locales hasta los líderes no tradicionales, pasando por los que dirigen nuestro país- para hacer avanzar a nuestra nación.

Pero tengo la esperanza de que cuando abramos nuestros brazos y nuestros corazones los unos a los otros, experimentaremos una verdadera transformación. Sabemos que esto requerirá curación, y la curación pasa por la construcción de relaciones y diálogos que creen alineación y unidad. Confío en que nuestra construcción creativa de hoy responsable nos permita tender puentes más sólidos mañana.

Espero que se unan a nosotros en este empeño.

Gracias por su compromiso y su continua dedicación para asegurar que todos nuestros niños y niñas experimenten un futuro mejor.

 

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