A la luz de la decisión del gran jurado de hoy en Ferguson, Missouri, la Fundación W.K. Kellogg extiende su apoyo y aprecio por las valientes personas - jóvenes y mayores - que incansablemente dedicaron sus esfuerzos a apoyar pacíficamente a sus comunidades, particularmente durante estos últimos 107 días.
Estos meses han sido testigos de miedo, tristeza y frustración. Comprendemos que las emociones sigan siendo intensas e instamos a la gente a que participe en una actividades civil pacífica y garantice que se valoran y se perdonan todas las vidas. Las cuestiones en juego siguen siendo críticas y la decisión de hoy nos obliga a esforzarnos más para llegar a un entendimiento en compartido sobre cómo construir una comunidad integradora que valore y respete a cada uno de sus miembros.
Los recientes acontecimientos y experiencias nos llaman a todos a redoblar los esfuerzos para abordar las realidades a las que se enfrentan cada día nuestros niños y niñas, jóvenes adultos y familias. Demasiadas personas viven, trabajan y van a la escuela en barrios en los que imperan la violencia, el miedo y la desconfianza. Esto no es exclusivo de Ferguson; es una realidad en gran parte de Estados Unidos.
Por eso es aún más importante que la Fundación Kellogg y otros sigan contando una historia más amplia sobre Ferguson. Una historia en la que, ante la desesperanza, la ira y el miedo, los jóvenes se unieron para plantear pacíficamente en conciencia la discriminación y los prejuicios, conscientes e inconscientes, a los que se enfrentan en Ferguson y en las comunidades circundantes. Con valentía, estos jóvenes han contado su propia historia, pero para progresar realmente todos debemos comprometernos en la labor intencionada de construir equidad racial -rechazar el racismo y la discriminación- y comenzar un proceso de curación en todo Estados Unidos.
Ferguson comunidad, así como las comunidades de todo el país, deben seguir esforzándose por alcanzar equidad racial, rechazando el racismo y la discriminación, y abrazando el bien común en todas las personas. Está en juego el futuro de nuestra humanidad.
