Como vecinos que participan activamente en el futuro que se está creando para niños y niñas de Grand Rapids, compartimos el dolor, el trauma y la frustración que se están sintiendo en toda comunidad tras la muerte a tiros de Patrick Lyoya a manos de la policía.
La familia de Patrick llegó a Estados Unidos desde la República Democrática del Congo buscando seguridad y tranquilidad. Ahora, menos de una década después, sus padres se enfrentan al dolor inconcebible de enterrarlo, mientras que su niños y niñas se enfrenta a un futuro sin su presencia como guía. Se unen así a las miles de familias de todo el país que han perdido a un ser querido en interacciones con la policía en el último año.
Estamos junto a los cientos de vecinos que se manifestaron con la familia Lyoya durante el fin de semana, conscientes de que el trauma y el miedo inducidos por su muerte se extienden por toda la ciudad y reverberan en cada comunidad donde los sistemas en juego alteran las posibilidades de un futuro equitativo para niños y niñas y las familias.
