En cualquier momento, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Agricultura de EE.UU. publicarán las Guías Alimentarias para los Estadounidenses de 2015. Estas directrices no son meras sugerencias para un estilo de vida más saludable, sino que constituyen una importante rúbrica para las políticas federales de alimentación y nutrición, e influyen en lo que se sirve en las escuelas y guarderías.
En una nueva columna para el Instituto Altarum, Barbara Ferrer, directora de estrategia en Fundación W.K. Kellogg, explica cómo las nuevas directrices son una oportunidad para volver a poner sobre la mesa la salud de todos niños y niñas.
"La alimentación es una cuestión de equidad en salud", afirma Ferrer. A continuación habla de la importancia de adoptar la recomendación del Comité Asesor sobre Guías Alimentarias (DGAC) de promover el agua como bebida preferente y mejorar el acceso al agua potable en escuelas y guarderías.
Ferrer también expresa su decepción por el reciente anuncio del Secretario Tom Vilsack y de la Secretaria Sylvia Mathews Burwell de no incluir las recomendaciones de la DGAC sobre producción sostenible de alimentos.
"Las cuestiones de sostenibilidad son tan importantes para la orientación dietética como la actividad física o la seguridad alimentaria", afirma Ferrer.
Para más información, lea la columna Altarum de Ferrer, y compártala a través de las redes sociales con amigos y colegas.
