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Los fideicomisarios de la Fundación Kellogg asisten a un acto

La Fundación Kellogg demostró que considera el Proyecto Experiencias en Innovación Social una pieza clave de su estrategia para América Latina y el Caribe enviando una importante delegación a Porto Alegre. Además de los directores Francisco Tancredi y Andrés A. Thompson, y de Susana Shoaie y Rui Mesquita Cordeiro, asociados del programa, responsables del trabajo que se realiza en la región, la ceremonia contó con la presencia de dos Trustees de la consejo de Directores: Wenda Moore y Ramón Murguía (en la foto, con gafas).

"Para nosotros fue un privilegio compartir el entusiasmo de los proyectos durante los días que pasamos en Brasil", declaró Murguía. "Pudimos conocer algunos proyectos verdaderamente notables que realmente marcan la diferencia en la vida de las personas". Cuando el Sr. Kellogg creó la Fundación hace casi 80 años, diciendo que quería ayudar a las personas a ayudarse a si mismas, sin duda tenía en mente el tipo de iniciativas que estamos viendo aquí. Todos ustedes han demostrado que son capaces de ir más allá del simple deseo de participar, ya que también saben planificar y ejecutar."

"Este proyecto innovador ya es un éxito. Estoy convencido de que durará muchos años más", afirma Francisco Tancredi.

La Feria de Innovación Social se celebra en la plaza pública, entre la gente

reclamo De todas las 26 capitales de estado brasileñas, Porto Alegre es la ciudad que hoy puede ostentar con todo derecho el título de capital social de Brasil. La ciudad, que adquirió reputación internacional como sede de las primeras reuniones del Foro Social Mundial, fue también la cuna del llamado presupuesto participativo - un sistema que implica a los comunidad en la toma de decisiones sobre cómo gastar los fondos municipales. Por ello, cuando se eligió Brasil como sede de la fase final del tercer ciclo del Proyecto Experiencias en Innovación Social, la capital del estado de Rio Grande do Sul surgió como la candidata natural para servir de telón de fondo para la presentación de los proyectos sociales finalistas ante el panel de jurados y también para la ya tradicional Feria de Innovación Social.

Si bien el primer año la feria se celebró en las oficinas de la CEPAL en Santiago de Chile y el año pasado tuvo lugar en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México, en Ciudad de México, esta vez se ha acercado directamente a la gente: una plaza pública. "Este es otro aspecto innovador de la feria", dijo Francisco Tancredi, director regional de la Fundación Kellogg para América Latina y el Caribe. "Fue maravilloso ver a la gente corriente hablar directamente con los proyectos para saber más sobre el trabajo que hacen". El lugar elegido para celebrar la Feria de la Innovación es bien conocido por los residentes locales. Desde hace más de 50 años acoge la Feria del Libro de la ciudad, que reúne cada año a miles de personas.

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