Un humilde fundador
Nacido en el seno de una familia numerosa del Medio Oeste, W.K. Kellogg estaba acostumbrado a llegar a fin de mes. Empezó a trabajar a los siete años para pagarse la ropa y a los 14 se hizo viajante de comercio.
Su invención de los Corn Flakes a los 46 años cambió su fortuna. Por eso, cuando su contable personal le declaró millonario, exclamó: "¡No soy tal cosa!". Nunca se sintió cómodo en ese papel o rol - prefiriendo verse a sí mismo como el administrador de su fortuna, en lugar de su propietario.
"Nunca, en ningún período de mi vida, aspiré a ser rico", escribió más tarde, "Es mi esperanza que la propiedad que la bondadosa Providencia me ha traído pueda ser útil a muchos otros, y que pueda ser encontrado como un fiel servidor."
Visionario respuesta ante la crisis
El 21 de junio de 1930, en plena Gran Depresión, tres colegas de confianza del Sr. Kellogg firmaron los estatutos de una fundación filantrópica que llevaba su nombre. Establecieron una visión para "mejorar la salud, la felicidad y bienestar de niños y niñas, sin discriminación de raza, credo o distribución geográfica".
Durante gran parte de la década de 1930, la Fundación Kellogg trabajó principalmente en Battle Creek, Michigan, y sus alrededores, a través del Proyecto de Salud de Michigan comunidad (MCHP). El MCHP se centró en los obstáculos a la salud y la seguridad que frenaban a tantos niños y niñas . El MCHP mejoró la educación y las instalaciones del K-12, estableció departamentos de salud pública y normas para los médicos y desplegó un Escuadrón Volante de enfermeras para atender a niños y niñas y sus familias.
La escuela Ann J. Kellogg de Battle Creek -llamada así por la madre del Sr. Kellogg- estableció la práctica de enseñar a niños y niñas con discapacidades junto a niños y niñas sin discapacidades. Aunque fue una idea innovadora cuando se inauguró en 1931, la escuela Ann J. Kellogg contribuyó a hacer de la "integración" una práctica común y sigue funcionando.
Fundación W.K. Kellogg:Un legado para niños y niñas
A punto de cumplir 90 años, reflexionamos sobre el propósito de nuestro fundador: garantizar la salud, la felicidad y bienestar de niños y niñas. Explore la evolución y el impacto de Fundación W.K. Kellogg, desde sus raíces en el Medio Oeste hasta la financiación de soluciones innovadoras basadas en comunidad en todo el hemisferio occidental.
Los años de guerra: Impacto más amplio en un contexto global
En 1939, la Fundación W.K. Kellogg estaba preparando una ampliación nacional de la labor de salud pública y educación, pero en lugar de ello desplazó su atención y energías a la guerra que se avecinaba. Los tiempos de guerra arrojaron luz sobre la importancia de la labor de salud pública y la necesidad de formar a médicos y enfermeras para prepararse. De hecho, casi todas las facultades de medicina de Estados Unidos recibieron financiación de Fundación W.K. Kellogg durante esta época.
La Fundación Kellogg también amplió proceso de donaciones al hemisferio sur con más de 450 becas de estudio para profesionales de la salud latinoamericanos. En la Europa asolada por la guerra, las subvenciones de Kellogg ayudaron a reactivar y modernizar las economías agrarias.
Mediados del siglo XX: Creación de redes y capacidad
En la década de 1950, la Fundación Kellogg se centró en áreas clave de la posguerra: desarrollo de profesiones y sistema alimentarios. En desarrollo de profesiones, se necesitaban tanto más enfermeras como nuevos tipos de personal sanitario: higienistas dentales, técnicos médicos y administradores de hospitales. En sistema alimentarios, los beneficiarios desarrollaron los primeros programas de extensión para conectar los conocimientos científicos con las prácticas agrícolas.
La fundación también amplió los límites de las instituciones para responder mejor a los retos de la sociedad. Durante esta época, la fundación apoyó la iniciativa desarrollo de los colegios universitarios de dos años a través de la recién creada Asociación Americana de Colegios Universitarios (AAJC, por sus siglas en inglés). La financiación activa en equidad racial comenzó con subvenciones a las Historically Black Colleges and Universities (HCBU), así como a las Tribal Colleges.
Recursos
Los once primeros años
Los primeros veinticinco años
Fundación W.K. Kellogg La primera mitad del siglo 1930-1980
De la visión al impacto innovador: 75 años de filantropía
1980s: Alcance mundial
En su 50 aniversario, la fundación figuraba entre las mayores organizaciones filantrópicas privadas del mundo, mejorando la sanidad, la agricultura y la educación en cuatro continentes.
A mediados de los ochenta, la Fundación amplió sus programas al sur de África. Frente al apartheid, las becas universitarias de la Fundación Kellogg brindaron oportunidades sin precedentes a los sudafricanos negros.
En la década de 1990, como la mayoría de las organizaciones modernas, la Fundación Kellogg se apresuró a defender la tecnología de la información, pero mantuvo el enfoque de comunidad : llegar a los millones de personas que carecían de acceso a la tecnología debido a la pobreza, el analfabetismo o el aislamiento geográfico.
Una era transformadora - 2007 y más allá
En 2007, la fundación renovó su compromiso a la intención del Sr. Kellogg evaluando el panorama filantrópico, como habían hecho los primeros patronos.
La encuesta dio lugar a una nueva declaración de objetivos: " Fundación W.K. Kellogg apoya a niños y niñas, las familias y las comunidades para que fortalezcan y creen las condiciones que impulsen a los niños y niñas vulnerables a alcanzar el éxito como individuos y como contribuyentes a comunidad y a la sociedad en general".
"En el centro de esta evolución", se lee en el informe anual de 2010 de la fundación, "está el reconocimiento de que las familias de niños y niñas vulnerables viven en un ecosistema en el que las condiciones que crean su vulnerabilidad con frecuencia se autorrefuerzan y perpetúan."
Este periodo de estudio desembocó en poderosos compromisos: ser la organización antirracista más eficaz de Estados Unidos, comprometerse con lugares para una generación, desarrollar el liderazgo local y un renovado voto de seguir la responsable de las comunidades a medida que forjan soluciones a los problemas a los que se enfrenta su niños y niñas .
